Hay que tener en cuenta que los intereses a pagar por una hipoteca a 30 años pueden ser muy sustanciales, por ejemplo en una hipoteca de 150.000 € con un tipo de interés cercano al 3,5%, los intereses que se puedan llegar a pagar al final de la vida de la hipoteca son superiores a 90.000 €.

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Con una mejora hipotecaria también podemos conseguir que el ahorro de los intereses pueda ser utilizado para reformar la casa, comprar nuevos muebles que nos hagan ilusión, o incluso cosas no relacionados con la casa, como el estudio de nuestros hijos, o la compra de un automóvil.

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Un asesor hipotecario además puede usar a tu favor la vinculación que tengas con el banco en cuestión, o saltar las barreras que puedan surgir por no tener ningún tipo de vinculación, o poca vinculación con ese banco.

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Muchas veces los bancos intentan que contratemos muchos seguros con la hipoteca, que pueden incluir seguro de hogar, seguro de vida, planes de pensiones, seguro de desempleo, fondos de inversión, productos de ahorro, y muchos otros. Tal vez estos productos no sean de nuestro interés y entran dentro del precio de la hipoteca en cuestión. Un asesor puede indagar en todo esto, y negociar con el banco para reducir o incluso eliminar muchos de estos productos que no queremos.

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Cuatro de cada cinco hipotecas en España tienen tres o más de estos productos que acabamos de mencionar, y son productos que la mayor parte de la gente no utiliza nunca.

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Un asesor hipotecario puede además gestionar un cambio de banco si es que el banco de siempre no nos ofrece los mejores términos que nos podría ofrecer. Esto sirve también de presión para que el banco nos ofrezca mejores condiciones.

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Sería imposible que los particulares pudieran negociar todas estas cuestiones con el banco sin un asesor, sin embargo un asesor hipotecario tiene toda la información disponible para realizar este tipo de operaciones.

 

¡Confía en un asesor financiero para contratar tu hipoteca!