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HIPOTECAS PARA AUTÓNOMOS

¿Qué es una hipoteca?

Una hipoteca o préstamo hipotecario se utiliza para que alguien, sea una persona física o jurídica, pueda comprar un activo inmovilizado sin tener los recursos suficientes para efectuar la compra. Es decir, que llega a un acuerdo con una entidad bancaria para que le preste parte del dinero necesario, con la condición de que la parte solicitante le devolverá el principal y unos intereses por los servicios prestados.

Una hipoteca se compone esencialmente de dos partes. Por un lado, el principal, que es la suma de dinero que presta el banco (acreedor) al solicitante (deudor). Y por otro lado están los intereses de la hipoteca, que es el precio al que el banco pone préstamo concedido.

La hipoteca es lo que garantiza a la entidad bancaria o financiera que va a recuperar el dinero.

La hipoteca es la garantía y derecho que tiene el prestamista a tomar en posesión la propiedad sobre la que se ha realizado la transacción. Siempre que no se haya cumplido con los pagos exigidos en el contrato hipotecario.

Las cosas que debemos tener en cuenta antes de pedir una hipoteca son las siguientes:

En primer lugar, la cantidad de dinero prestada. Debemos tener en cuenta que en este tipo de operaciones nos posicionamos como deudores de la entidad bancaria. Es decir, tenemos una obligación de pago que no va a desaparecer hasta que no se lleven a cabo los pagos correspondientes. Por eso debemos estimar que, aunque ocurra algún tipo de contratiempo tenemos la suficiente capacidad de respuesta ante estas deudas contraídas.

En segundo lugar, la tasa de interés, que es el porcentaje sobre el total anual que tenemos que pagar a la entidad prestamista en concepto del precio por los servicios ofrecidos. En muchas ocasiones habremos escuchado que lo primero que se paga son los intereses. Bien, por ley como parte deudora estamos obligados a devolver el principal del préstamo o crédito a la parte acreedora. Pero los intereses es un acuerdo que se llega entre ambas partes y varía según el contrato hipotecario. Por eso, se dice que lo que se paga primero son los intereses ya que te pueden reclamar de esta forma el pago del principal respaldado por la ley. Al ser un contrato legal todo está respaldado por la ley, pero los intereses suelen estar sujetos a un mayor número de cláusulas y por eso se opta por anotarlo como lo primero en cobrar por parte de la entidad.

Las comisiones abundan en una hipoteca. Hay muchos tipos de comisiones y se aplican por distintos motivos, como el cierre de la hipoteca en un plazo distinto al acordado en el contrato. Las comisiones son una parte importante de las hipotecas. Es complejo y se ajusta a cada tipo de contrato. Una de las mayores tareas de los notarios es cerciorarse que toda esta letra pequeña es comprendida por la parte prestataria.

La Tasa Anual Efectiva, es la tasa que pagas al año teniendo en cuenta todos los costes en los que incurres. Por eso, se tienen en cuenta tanto los pagos periódicos de intereses más las comisiones que tienes que ir aplicando a medida que avanza el contrato hipotecario.

Por norma general hay dos tipos de hipotecas, las hipotecas fijas y las hipotecas variables o ajustables. Estos términos se deben a la evolución de los intereses hasta que se salde la deuda con el banco. Las hipotecas fijas son aquellas que se mantiene el tipo de interés hasta el final. En estas situaciones si los tipos de intereses bajan estarás pagando más que la media del mercado, pero si los tipos suben estás pagando menos de media que el mercado. Con la hipoteca variable o ajustable pasa lo contrario. Cuando los tipos suben se paga más intereses que una hipoteca fija y cuando los tipos bajan pagas menos intereses que una hipoteca fija.

Por ello, no se puede afirmar qué tipo de hipoteca es mejor, porque todo depende de la situación del mercado respecto los tipos de interés y sus expectativas de futuro.

Al contraer una hipoteca con el banco debemos diferenciar entre cuanto podemos pedir prestado y cuánto podemos pagar. Los prestamistas utilizan calculadoras virtuales teniendo en cuenta sus ingresos, patrimonio, deudas … Todos los resultados que se van a obtener con estas calculadoras serán parecidos. Pero eso es la cantidad que puedes pedir prestado porque podrás hacerle frente a la deuda con todos tus bienes. Claro que no contemplan que tu vida sigue al día siguiente.

Por eso tenemos que distinguir entre ambos conceptos. El precio que puedes pagar lo sabe el prestatario mejor que nadie, porque hay que tener en cuenta el estilo de vida de cada uno, las fuentes de ingresos que tienen y los gastos que suponen también. Decide sobre tu propio préstamo y no sigas a rajatabla las pautas del banco.

 

¿Qué es un autónomo y cuestiones relativas?

Un autónomo es una persona que trabaja por cuenta propia, es decir que no está en nómina en el personal de una empresa. Por regla general se factura por horas trabajadas con el cliente o por servicios ofrecidos de forma externa.

Un autónomo tiene responsabilidad ilimitada, es decir, que responde con todos sus bienes en caso de ser necesario. No hay distinción entre el patrimonio de la empresa y el personal.

Los trabajadores autónomos pueden trabajar para una empresa o para varias, pero siempre como un servicio externo a la compañía y no integrado en la plantilla.

  1. Existen diferentes tipos de trabajadores autónomos: El primero es el autónomo individual o profesional autónomo. Lleva a cabo su actividad de forma directa y personal. En este grupo se incluyen a taxistas, fontaneros, electricistas, etc.

  2. Autónomo con trabajadores o empresario autónomo: es aquel que está implicado de forma directa y personal en el negocio pero que además coordina una plantilla de empleados. Las empresas con esta estructura de organización no suelen alcanzar gran tamaño, porque entonces se requiere una estructura diferente a la de autónomo con trabajadores.

  3. El autónomo económicamente dependiente: es aquel tipo de autónomo que el 75% de sus ingresos proceden del contrato con un mismo cliente. El resto de ingresos pueden ser de contratos con otros clientes o directamente tener la exclusividad de la actividad empresarial con el mismo.

Para querer ser autónomo puede haber distintas razones que nos muevan buscar este autoempleo.

En primer lugar por las ventajas competitivas que ofrecemos a las empresas frente a empleados en nómina. Las empresas tienen necesidades, y estas necesidades tienen que ser cubiertas de la manera más eficaz y eficiente, es decir bueno y barato. Los servicios externos prestados por los autónomos ofrecen un menor compromiso del que requiere tener empleados, y una considerable reducción en coste salarial y administrativo.

Otro motivo es que te conviertes en tu propio jefe con todo lo que conlleva. Hay cosas negativas como que no tienes sueldo por cualquier tipo de baja o que si quieres vacaciones será a costa de no cobrar. Y también tiene cosas positivas como la propia organización de la agenda y horarios, las metas de autorrealización.

Y uno de los aspectos más importantes es el de libertad para desarrollar una actividad profesional amplia y nueva. En las empresas, por regla general, el campo de actuación de los empleados está muy restringido a su responsabilidad dentro de la empresa. Este hecho es lógico y fundamental, pero a mucha gente le provoca una sensación de insatisfacción en el plano profesional y a veces personal. Por eso la libertad que ofrece ser autónomo suele ser lo más destacable.

Hipotecas para autónomos

 

Conseguir una hipoteca para los autónomos es mucho más complicado que para un trabajador empleado. Es conocido, aunque sin profundizar, que los emprendedores y por tanto autónomos tiene menos facilidades y reconocimiento que casi todos los demás tipos de trabajos. Es una realidad triste que las personas que crean puestos de trabajo e impulsan a la economía ofreciendo nuevos servicios y productos, son los que tengan que sufrir un trato diferenciador y nada proteccionista por parte del Estado.

Vamos a exponer cuales son las principales diferencias que existen al pedir un préstamo hipotecario, si el prestatario es un autónomo.

Los autónomos son un colectivo claramente diferenciado en el mercado laboral, y como tal podría tener un trato especial, como por ejemplo las hipotecas que se conceden a los jueces del Estado. Unos productos específicos o ajustados a las necesidades de este colectivo serían muy beneficioso para compensar la ausencia de ayudas del gobierno.

Las entidades bancarias están exigiendo actualmente que el hipotecado tenga ahorrado al menos el 20% del valor de tasación del inmueble. Es decir, que el préstamo hipotecario supone el 80% del valor de tasación en la mayoría de los casos. Bien pues para los autónomos se le piden unos ahorros mínimos del 30% del valor. Como máximo el banco concede un préstamo del 70% del inmueble. Es una exigencia de ahorro muy significativa teniendo en cuenta las grandes cantidades de dinero que suponen estas operaciones.

Por otro lado, no solo tendrán que demostrar que son capaces de afrontar los pagos mensuales. Si no, que tendrán que explicar el funcionamiento de su empresa y acreditar con sus cuentas la rentabilidad de la misma. Y para asegurar por completo, a los autónomos se les pide más años en activo que a un trabajador con contrato indefinido.

Una de las diferencias más conocidas por todos entre autónomos y empleados, es el procedimiento de despido. Mientras que a un empleado se le pagará una indemnización por despido y una ayuda del Estado por desempleo hasta encontrar empleo, los autónomos no gozan ni de lo uno ni de los otro. Este hecho es uno de los principales en los que se basan los bancos para tomar precauciones con los autónomos.

Documentación de los autónomos

Puesto que el autónomo deja de ingresar si no trabaja y sus ingresos mensuales no suelen ser fijos, debe presentar mucha información sobre si situación económica y, sobre todo, información de la actividad que está desarrollando.

Los papeles que no pueden faltar son:

  1. Resumen anual del IVA del año anterior.

  2. Pagos trimestrales del IVA del año en curso.

  3. Pagos fraccionados del IRPF del año.

  4. Últimos recibos del pago de la Seguridad Social.

  5. Información de ingresos y gastos que amplían la documentación fiscal y contable.

Además de todos estos documentos, toda la información que podamos presentar a cerca de la empresa será bienvenido, para ayudar a explicar la buena situación económica. Por eso se recomienda elaborar un resumen ejecutivo con los puntos más importantes del negocio.

 

Riesgos

Al autónomo se le considera un valor de riesgo, sobre todo cuando son tus deudores. Por eso, se le exige tantas garantías suplementarias y avales superiores a los asalariados. El simple hecho de no tener la seguridad de un ingreso fijo contractual al mes, hace que aumente el riesgo.

 

Pero también influyen las escasas o nulas ayudas que los autónomos no reciben del Estado comparando con otros trabajadores. Como las ayudas por desempleo o incluso la pensión. Más del 80% de los autónomos cotizan en la actualidad por la base mínima, por tanto, las opciones de tener una buena pensión durante la jubilación son muy pequeñas.

 

Los bancos no pasan por alto este tipo de hechos. Por eso, sería aconsejable tener un plan de pensiones privado para disminuir este posible riesgo de impago.

 

También es muy aconsejable presentar otros bienes como avales o garantías de la hipoteca. De esta forma el banco tiene una vía para cobrarse la deuda contraída en caso de impago por el prestatario.

 

Como conclusión podemos decir que los autónomos lo tienen complicado para obtener los servicios de una hipoteca. Son los tipos de clientes que no les gusta a los bancos porque no pueden presentar cifras fijas respaldadas por el gobierno o contrato. También es verdad que el mal trato a los autónomos desde el Estado hace que se convierta en un colectivo con mayores incertidumbres económicas.

 

Para conseguir el milagro de conseguir una hipoteca tenemos que tener en cuenta que empezamos como un cliente de riesgo, aunque ganemos mucho dinero. Y por ello, debemos presentar suficientes documentos y argumentos que hablen a favor de nuestra salud financiera.

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