Préstamos y Recibos
En general, es mucho mejor no tener préstamos ni compras realizadas a plazos cuando vas a solicitar una hipoteca. ¿Por qué? Porque afectan a tu ratio de endeudamiento, que es la proporción de ingresos y gastos que tienes.
En resumen, los bancos no aceptan darte una hipoteca si con ella gastas más de un 30% de tus ingresos en préstamos (incluida la hipoteca).
Sin embargo, puedes demostrar que eres un buen prestatario indicando que de los préstamos que tienes, todos van siendo pagados a tiempo y en forma, de manera que los departamentos de riesgos del banco te miren con buenos ojos.
Pero esto solamente es positivo si no superas el límite de tu ratio de endeudamiento.
Mantén listos los contratos de los préstamos que tienes, y obtén también los 3 últimos recibos de cada uno de manera que sirvan de prueba de que estás haciendo frente a tus préstamos.